La escasez de vehículos y de repuestos, los problemas de divisas y de producción que presentan las plantas ensambladoras en el país, y el alto porcentaje de desempleo son solo algunas causas que inciden en el incremento de el robo de vehículos en el territorio nacional, pero sigue siendo un problema de estructura, no de factores aislados.

Se necesita atacar a las mafias que comercian con vehículos y repuestos, y no solo a los pequeños grupos que se dedican a robar y suministrar los automóviles a estos grupos poderosos, conformados en ocasiones por funcionarios o ex-agentes de los distintos cuerpos de investigación y policiales.